jueves, 30 de mayo de 2013

LA ABEJA MAYA DEL FRACKING

“LA ABEJA MAYA DEL FRACKING”

En un país multicolor” parecen vivir todavía algunos, comparando “el fin del mundo de los Mayas” con el Fracking. Cuando se trata de la defensa del medio ambiente no es de recibo lidiar luchas desde posiciones partidistas, sino desde concepciones puramente humanas y solidarias. Gobiernos de distintas regiones y municipios de todo el país se oponen a la práctica de extracción de gas conocida como Fracking. Acusar a la ligera a los grupos de izquierdas de augurar grandes males tras estos métodos tiene poco sentido cuando son numerosos los ayuntamientos gobernados por el propio Partido Popular  los que rechazan clara y abiertamente el Fracking. En nuestra región tenemos el ejemplo de las poblaciones de Mula, Jumilla o Totana.

Muy serio y grave me parece que se pida sensatez ante esta cuestión cuando ciertos políticos esconden una doble intención al decir frases tan tentadoras como que  “se trata de buscar beneficios para la gente de nuestra región y para NUESTRA ECONOMÍA”. Me pregunto la dirección de tales beneficios económicos, y me pregunto si dichos caudales se anteponen al bien general y público de nuestra comarca.

Los permisos concedidos por el Gobierno Regional se redactan en apenas tres folios y medio, y se toman como base para tachar de ignorantes y alarmistas a los grupos de izquierdas. Independientemente de la ideología política de cada cual, temerario sería no escuchar las voces de los profesionales cuyo criterio altamente cualificado sustenta nuestro absoluto rechazo a la práctica del Fracking. Pongamos algunos ejemplos de profesionales y científicos que avalan nuestra tesis: Francisco Turrión (hidrogeólogo de la CHS de Murcia), Jose Luís Simón (Doctor en Geología de la Universidad de Zaragoza), Luis E. Arlegui (Doctor en Geología de la Universidad de Zaragoza), Julia Escorihuela (Gerente Parque Ecológico de Teruel), Angel Hernandez (Representante del Parque Maestrazgo en la European Geoparks Network), Maria Belén Leránoz (Doctora y Asesora Técnica en Geología del Gobierno de Aragón), Alejandro J. Pérez (Doctor en Geografía de la Universidad de Valencia), Silvia Pérez (Investigadora Predoctoral en Ciencias Ambientales de la Universidad de Alcalá de Henares), Violeta Simón (Bióloga de la Universidad de Sevilla), Fermín Villarroya (Doctor en Geología de la Complutense de Madrid), Alberto Vivó (Licenciado en Biotecnología e investigador en Biogeoquímica de la Universidad de Alicante).Y así, un largo etcétera de profesores universitarios, investigadores y profesionales que trabajan en el estudio, divulgación y enseñanza de los valores naturales del medio físico, en los campos de la educación y la salud. El valor de estos profesionales no se puede poner en entredicho y sus argumentos desmontan la falsedad en la que se apoyan los supuestos beneficios económicos del Fracking. Los ciudadanos deben conocer los verdaderos riesgos letales que pueden tener estos trabajos de extracción de gas.

Como hay que hablar claro a los ciudadanos de Murcia y especialmente de la Comarca del Noroeste, vamos a contarles la verdad con datos, y no con el silencio administrativo que ha llevado hasta ahora el Gobierno Regional y algunos ayuntamientos como el de Cehegín.

Los permisos concedidos para la investigación de hidrocarburos por el Gobierno Regional los encontramos en el Acuerdo de Consejo de Gobierno n.º 22.357 denominado “Escorpio”, situado en los términos municipales de Cehegín, Calasparra y Moratalla, a favor de la empresa Oil and Gas Capital, S.L.

Lo que está claro es que son decisiones políticas sin contar con los ciudadanos, especialmente cuando no se informa adecuadamente a la sociedad o incluso se desoyen las voces de rechazo. Estas actuaciones conllevan modificaciones severas del suelo y de las aguas subterráneas y superficiales, y pueden variar gravemente el equilibrio de los ecosistemas. Aunque seamos conscientes de la necesidad de nuevas fuentes de energía,  tenemos que apostar por las energías renovables y no jugarnos nuestro futuro ni el de nuestros hijos a expensas de  la especulación económica y política del Fracking.

En mi opinión y en la de otros expertos, los interesados en arriesgar y comprometer la Comarca del Noroeste saben de la existencia de gas en la zona y los sondeos que quieren realizar sólo tratan de asegurar la rentabilidad de su extracción. Para ello tendrán que romper y fracturar nuestros suelos, aunque omitan esa información y prefieran intencionadamente no mencionarlo. Bajo la capa de la legalidad de los permisos concedidos nos quieren engatusar. A saber cuáles son los verdaderos intereses de algunos. En este sentido,  añadir que en la reunión de la Plataforma Cuenca del Segura Libre de Fracking, los técnicos de la Carm confirmaron que las autorizaciones prevén llevar a cabo métodos de Fracking, lo que ya demuestra la falsedad de algunos comentarios.

Si fueran conscientes de la importancia de preservar nuestra riqueza natural, no se hubieran concedido los permisos gubernamentales que llevarán a que unos pocos se enriquezcan mediante la especulación en un tiempo determinado, y buscarían soluciones reales a través de las energías alternativas renovables, donde no existiera riesgo para la salud ni para el medio ambiente.

Hablan de suerte ante la posibilidad de encontrar gas, pero no dicen que la suerte estaría acotada a unos pocos (a costa de muchos), sobre todo para los representantes políticos, que intentan convencer a la sociedad de que el Fracking puede ser la salvación ante la crisis económica. Crisis cuyo origen lo encontramos precisamente en las políticas abusivas e irresponsables y en la mala gestión sin visión de futuro. No repitamos el error de “pan para hoy y hambre para mañana”, como sucedió con el boom de la construcción. Las  consecuencias medioambientales pueden ser irreparables, tras el Fracking no habría forma de recuperar la salud de nuestras aguas, motor de nuestra comarca, seguro de nuestra maravillosa agricultura. Parece mentira que estas personas no tengan hijos y no piensen en el legado que pueden dejarles. El concepto de riqueza que ellos manejan es mezquino y sólo tiene que ver con llenar hoy sus propios bolsillos.

Un reciente estudio formado por 50 investigadores universitarios exponen entre otros planteamientos:

“La fracturación hidráulica o Fracking es una técnica muy agresiva de explotación de hidrocarburos no convencionales. Consiste en la creación de fracturas nuevas, o el ensanchamiento y propagación de fracturas naturales ya existentes en la roca, mediante la inyección de agua mezclada con arena y aditivos químicos a muy alta presión (hasta 70 Mpa ≈ 700 atmósferas). Esta fracturación inducida genera una permeabilidad artificial que permite extraer de forma rentable gas atrapado en formaciones inicialmente impermeables”.

El elevado impacto medioambiental del Fracking ha sido puesto de manifiesto por recientes informes elaborados o encargados por instituciones europeas como el Parlamento Europeo y la Comisión Europea o prestigiosos centros de investigación como el Tyndall Centre para la investigación del Cambio Climático (consorcio de nueve universidades británicas). Incluso órganos de la administración norteamericana, como la US Government Accountability Office, han elaborado estudios de los que se derivan resultados críticos similares.

También el Fracking supone una elevada ocupación de suelo para el emplazamiento de plataformas de explotación (entre 1 y 2 ha cada plataforma para una batería común de 6 pozos), así como para los numerosos caminos de acceso que habría que construir. Consumo de agua en grandes cantidades (en torno a 15.000 m3 por cada operación de Fracking en cada pozo). Contaminación directa por los aditivos químicos nocivos del agua de inyección En condiciones normales de operación, el agua de inyección no recuperada que queda en el subsuelo produciría la contaminación directa del agua subterránea, y de ahí la de manantiales, aguas superficiales, abastecimientos urbanos y agropecuarios. Contaminación por metales pesados, sustancias tóxicas (como arsénico), materiales radiactivos o aguas de salinidad extrema que existen en las capas profundas, y que el fluido inyectado a altísima presión puede movilizar hacia acuíferos cercanos a la superficie. Contaminación por el propio gas que se explota. El metano puede migrar por conductos incontrolados.

Poniendo el ejemplo de Estados Unidos, habría que tenerse en cuenta que: “La explotación de gas de pizarra mediante fracturación hidráulica se está llevando a cabo de forma intensiva desde hace unos 15 años en Estados Unidos sin las debidas salvaguardas legales. Existen numerosos casos confirmados de contaminación del suelo y del agua subterránea motivados por un mal manejo de las aguas recuperadas, circunstancia que aconsejó a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) a promover un programa de investigación para valorar los riesgos que conlleva. A finales del año 2012 se esperaba contar con resultados preliminares de tales investigaciones, y con resultados definitivos en 2014, basados sin duda en el amplio bagaje de conocimientos y experiencias de que se dispone en el país norteamericano”. Y no falsear la verdad con datos acreditados de la APA, si hasta el 2014 no hay resolución definitiva.

Hay que tener en cuenta que no estamos en Estados Unidos, que pertenecemos a Europa y para que algunos lo sepan hay una Resolución del Parlamento Europeo, de 21 de Noviembre de 2012, sobre las repercusiones medioambientales de la extracción de gas y petróleo esquisto donde en uno de sus apartados destaca que sin perjuicio de la prerrogativa exclusiva de los Estados miembros de explotar sus recursos energéticos. Cualquier explotación de combustibles fósiles no convencionales debe garantizar unas condicionas justas y equitativas en toda la UE, de plena conformidad con la normativa pertinente de la UE en materia de seguridad y protección medioambiental. Así que No existe en Europa una normativa detallada, exhaustiva y accesible públicamente del marco regulatorio de esta actividad, y subraya la necesidad de que ésta se desarrolle. Se reclama, de modo particular, que sea revisada la Directiva Marco de Aguas para que los abastecimientos de agua potable queden adecuadamente protegidos, y propone que se prohíba del uso de químicos tóxicos o, al menos, que se revele obligatoriamente la composición exacta de los mismos.

Si aceptamos la demagogia de unos cuantos políticos y especuladores, atraídos por la inmediatez de promesas laborales y falsos espejismos, de salvavidas que nos acabarán ahogando, nos arriesgamos a destruir sin remedio nuestro entorno natural. Contaminar nuestras aguas es algo suficientemente grave como para arriesgar nuestra salud y la de nuestros hijos. Los que se lucrarán serán los mismos de siempre, hablo de grandes empresarios, clase política, etc. Me opongo radicalmente a esta práctica destructiva en todos sus sentidos. Apostemos por las energías renovables y no pongamos nuestro futuro en manos de quien apoya el Fracking.




Miguel Ángel González-Conde López
Educador Ambiental Independiente
@MiguelAGConde

Cehegín (Murcia)

1 comentario:

  1. Se puede decir más alto pero no más claro. Aunque difiero rotundamente contigo en que el fracking es "pan para hoy y hambre para mañana", el fracking es veneno para hoy y más veneno para mañana.

    En EEUU se han dado fenómenos aberrantes, tanto para la salud del ser humano como para la calidad del medio ambiente. Por citar un par de ejemplos, grifos que desprendían gas metano y manantiales naturales de los que surgían aguas totalmente contaminadas con productos químicos.

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