“LA ABEJA MAYA DEL FRACKING”
“En un país multicolor” parecen vivir todavía algunos, comparando
“el fin del mundo de los Mayas” con el Fracking. Cuando se trata de la defensa
del medio ambiente no es de recibo lidiar luchas desde posiciones partidistas,
sino desde concepciones puramente humanas y solidarias. Gobiernos de distintas regiones
y municipios de todo el país se oponen a la práctica de extracción de gas
conocida como Fracking. Acusar a la ligera a los grupos de izquierdas de
augurar grandes males tras estos métodos tiene poco sentido cuando son
numerosos los ayuntamientos gobernados por el propio Partido Popular los que rechazan clara y abiertamente el
Fracking. En nuestra región tenemos el ejemplo de las poblaciones de Mula,
Jumilla o Totana.
Muy serio y grave me parece que se
pida sensatez ante esta cuestión cuando ciertos políticos esconden una doble intención
al decir frases tan tentadoras como que “se
trata de buscar beneficios para la gente de nuestra región y para NUESTRA
ECONOMÍA”. Me pregunto la dirección de tales beneficios económicos, y me
pregunto si dichos caudales se anteponen al bien general y público de nuestra
comarca.
Los permisos concedidos por el
Gobierno Regional se redactan en apenas tres folios y medio, y se toman como
base para tachar de ignorantes y alarmistas a los grupos de izquierdas.
Independientemente de la ideología política de cada cual, temerario sería no
escuchar las voces de los profesionales cuyo criterio altamente cualificado
sustenta nuestro absoluto rechazo a la práctica del Fracking. Pongamos algunos
ejemplos de profesionales y científicos que avalan nuestra tesis: Francisco
Turrión (hidrogeólogo de la CHS de Murcia), Jose Luís Simón (Doctor en Geología
de la Universidad de Zaragoza), Luis E. Arlegui (Doctor en Geología de la
Universidad de Zaragoza), Julia Escorihuela (Gerente Parque Ecológico de
Teruel), Angel Hernandez (Representante del Parque Maestrazgo en la European
Geoparks Network), Maria Belén Leránoz (Doctora y Asesora Técnica en Geología
del Gobierno de Aragón), Alejandro J. Pérez (Doctor en Geografía de la
Universidad de Valencia), Silvia Pérez (Investigadora Predoctoral en Ciencias
Ambientales de la Universidad de Alcalá de Henares), Violeta Simón (Bióloga de
la Universidad de Sevilla), Fermín Villarroya (Doctor en Geología de la
Complutense de Madrid), Alberto Vivó (Licenciado en Biotecnología e
investigador en Biogeoquímica de la Universidad de Alicante).Y así, un largo
etcétera de profesores universitarios, investigadores y profesionales que
trabajan en el estudio, divulgación y enseñanza de los valores naturales del
medio físico, en los campos de la educación y la salud. El valor de estos
profesionales no se puede poner en entredicho y sus argumentos desmontan la
falsedad en la que se apoyan los supuestos beneficios económicos del Fracking.
Los ciudadanos deben conocer los verdaderos riesgos letales que pueden tener
estos trabajos de extracción de gas.
Como hay que hablar claro a los
ciudadanos de Murcia y especialmente de la Comarca del Noroeste, vamos a
contarles la verdad con datos, y no con el silencio administrativo que ha
llevado hasta ahora el Gobierno Regional y algunos ayuntamientos como el de
Cehegín.
Los permisos concedidos para la
investigación de hidrocarburos por el Gobierno Regional los encontramos en el
Acuerdo de Consejo de Gobierno n.º 22.357 denominado “Escorpio”, situado en los
términos municipales de Cehegín, Calasparra y Moratalla, a favor de la empresa
Oil and Gas Capital, S.L.
Lo que está claro es que son
decisiones políticas sin contar con los ciudadanos, especialmente cuando no se
informa adecuadamente a la sociedad o incluso se desoyen las voces de rechazo.
Estas actuaciones conllevan modificaciones severas del suelo y de las aguas
subterráneas y superficiales, y pueden variar gravemente el equilibrio de los
ecosistemas. Aunque seamos conscientes de la necesidad de nuevas fuentes de
energía, tenemos que apostar por las
energías renovables y no jugarnos nuestro futuro ni el de nuestros hijos a
expensas de la especulación económica y
política del Fracking.
En mi opinión y en la de otros
expertos, los interesados en arriesgar y comprometer la Comarca del Noroeste
saben de la existencia de gas en la zona y los sondeos que quieren realizar
sólo tratan de asegurar la rentabilidad de su extracción. Para ello tendrán que
romper y fracturar nuestros suelos, aunque omitan esa información y prefieran intencionadamente
no mencionarlo. Bajo la capa de la legalidad de los permisos concedidos nos
quieren engatusar. A saber cuáles son los verdaderos intereses de algunos. En
este sentido, añadir que en la reunión
de la Plataforma Cuenca del Segura Libre de Fracking, los técnicos de la Carm
confirmaron que las autorizaciones prevén llevar a cabo métodos de Fracking, lo
que ya demuestra la falsedad de algunos comentarios.
Si fueran conscientes de la
importancia de preservar nuestra riqueza natural, no se hubieran concedido los
permisos gubernamentales que llevarán a que unos pocos se enriquezcan mediante la
especulación en un tiempo determinado, y buscarían soluciones reales a través
de las energías alternativas renovables, donde no existiera riesgo para la
salud ni para el medio ambiente.
Hablan de suerte ante la
posibilidad de encontrar gas, pero no dicen que la suerte estaría acotada a
unos pocos (a costa de muchos), sobre todo para los representantes políticos,
que intentan convencer a la sociedad de que el Fracking puede ser la salvación
ante la crisis económica. Crisis cuyo origen lo encontramos precisamente en las
políticas abusivas e irresponsables y en la mala gestión sin visión de futuro.
No repitamos el error de “pan para hoy y hambre para mañana”, como sucedió con el
boom de la construcción. Las consecuencias medioambientales pueden ser irreparables,
tras el Fracking no habría forma de recuperar la salud de nuestras aguas, motor
de nuestra comarca, seguro de nuestra maravillosa agricultura. Parece mentira
que estas personas no tengan hijos y no piensen en el legado que pueden
dejarles. El concepto de riqueza que ellos manejan es mezquino y sólo tiene que
ver con llenar hoy sus propios bolsillos.
Un reciente estudio formado por
50 investigadores universitarios exponen entre otros planteamientos:
“La fracturación hidráulica o Fracking es una técnica muy agresiva de
explotación de hidrocarburos no convencionales. Consiste en la creación de
fracturas nuevas, o el ensanchamiento y propagación de fracturas naturales ya
existentes en la roca, mediante la inyección de agua mezclada con arena y
aditivos químicos a muy alta presión (hasta 70 Mpa ≈ 700 atmósferas). Esta
fracturación inducida genera una permeabilidad artificial que permite extraer
de forma rentable gas atrapado en formaciones inicialmente impermeables”.
El elevado impacto medioambiental
del Fracking ha sido puesto de manifiesto por recientes informes elaborados o
encargados por instituciones europeas como el Parlamento Europeo y la Comisión
Europea o prestigiosos centros de investigación como el Tyndall Centre para la
investigación del Cambio Climático (consorcio de nueve universidades
británicas). Incluso órganos de la administración norteamericana, como la US
Government Accountability Office, han elaborado estudios de los que se derivan
resultados críticos similares.
También el Fracking supone una elevada ocupación de suelo para el
emplazamiento de plataformas de explotación (entre 1 y 2 ha cada plataforma
para una batería común de 6 pozos), así como para los numerosos caminos de
acceso que habría que construir. Consumo
de agua en grandes cantidades (en torno a 15.000 m3 por cada operación de
Fracking en cada pozo). Contaminación
directa por los aditivos químicos nocivos del agua de inyección En
condiciones normales de operación, el agua de inyección no recuperada que queda
en el subsuelo produciría la contaminación directa del agua subterránea, y de
ahí la de manantiales, aguas superficiales, abastecimientos urbanos y
agropecuarios. Contaminación por metales
pesados, sustancias tóxicas (como arsénico), materiales radiactivos o aguas
de salinidad extrema que existen en las capas profundas, y que el fluido
inyectado a altísima presión puede movilizar hacia acuíferos cercanos a la
superficie. Contaminación por el propio
gas que se explota. El metano puede migrar por conductos incontrolados.
Poniendo el ejemplo de Estados
Unidos, habría que tenerse en cuenta que: “La explotación de gas de pizarra
mediante fracturación hidráulica se está llevando a cabo de forma intensiva
desde hace unos 15 años en Estados Unidos sin las debidas salvaguardas legales.
Existen numerosos casos confirmados de contaminación del suelo y del agua
subterránea motivados por un mal manejo de las aguas recuperadas, circunstancia
que aconsejó a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) a
promover un programa de investigación para valorar los riesgos que conlleva. A finales
del año 2012 se esperaba contar con resultados preliminares de tales
investigaciones, y con resultados definitivos en 2014, basados sin duda en el
amplio bagaje de conocimientos y experiencias de que se dispone en el país
norteamericano”. Y no falsear la verdad con datos acreditados de la APA, si
hasta el 2014 no hay resolución definitiva.
Hay que tener en cuenta que no
estamos en Estados Unidos, que pertenecemos a Europa y para que algunos lo
sepan hay una Resolución del Parlamento Europeo, de 21 de Noviembre de 2012,
sobre las repercusiones medioambientales de la extracción de gas y petróleo
esquisto donde en uno de sus apartados destaca que sin perjuicio de la
prerrogativa exclusiva de los Estados miembros de explotar sus recursos
energéticos. Cualquier explotación de combustibles fósiles no convencionales
debe garantizar unas condicionas justas y equitativas en toda la UE, de plena
conformidad con la normativa pertinente de la UE en materia de seguridad y
protección medioambiental. Así que “No existe en Europa una normativa
detallada, exhaustiva y accesible públicamente del marco regulatorio de esta
actividad, y subraya la necesidad de que ésta se desarrolle. Se reclama, de
modo particular, que sea revisada la Directiva Marco de Aguas para que los
abastecimientos de agua potable queden adecuadamente protegidos, y propone que
se prohíba del uso de químicos tóxicos o, al menos, que se revele
obligatoriamente la composición exacta de los mismos”.
Si
aceptamos la demagogia de unos cuantos políticos y especuladores, atraídos por
la inmediatez de promesas laborales y falsos espejismos, de salvavidas que nos
acabarán ahogando, nos arriesgamos a destruir sin remedio nuestro entorno
natural. Contaminar nuestras aguas es algo suficientemente grave como para
arriesgar nuestra salud y la de nuestros hijos. Los que se lucrarán serán los
mismos de siempre, hablo de grandes empresarios, clase política, etc. Me opongo
radicalmente a esta práctica destructiva en todos sus sentidos. Apostemos por
las energías renovables y no pongamos nuestro futuro en manos de quien apoya el
Fracking.
Miguel
Ángel González-Conde López
Educador
Ambiental Independiente
@MiguelAGConde
Cehegín
(Murcia)
Se puede decir más alto pero no más claro. Aunque difiero rotundamente contigo en que el fracking es "pan para hoy y hambre para mañana", el fracking es veneno para hoy y más veneno para mañana.
ResponderEliminarEn EEUU se han dado fenómenos aberrantes, tanto para la salud del ser humano como para la calidad del medio ambiente. Por citar un par de ejemplos, grifos que desprendían gas metano y manantiales naturales de los que surgían aguas totalmente contaminadas con productos químicos.